ASIGNACIONES FAMILIARES: El ajuste de Macri a 100.000 chicos del sur ya genera crisis política y movilizaciones

Como informamos la semana pasada, Macri está decidido a descargar la crisis sobre los sectores populares. El mismo día que paseaba por la Rural, donde confirmó la baja de retenciones a los empresarios del campo, se conoció el decreto 702/18, que afectará a más de 400 mil niños y niñas cuyos padres reciben asignaciones familiares.

La medida incluye la eliminación de un diferencial por “zona desfavorable” que cobran las familias trabajadoras de decenas de ciudades de la Patagonia y muchas localidades de frontera. La medida fue dispuesta hace 20 años, entre otras cuestiones, por el costo de vida que hay en la zona patagónica y con el objetivo de “poblar” ciertas regiones (con futuros trabajadores y trabajadoras).

El titular del ANSES, Emilio Basavilbaso, dio argumentos insólitos. Primero, dijo que no era un recorte sino un “reordenamiento”, pero además intentó justificarlo por la situación de los chicos de la Provincia de Buenos Aires. Justamente un gobierno que ha aumentado la pobreza infantil escandalosamente, en todo el país.

En vez de un aumento generalizado de las asignaciones (en base al aumento de los aportes patronales), el gobierno ha decidido este ajuste que le implicaríaun "ahorro" anual de 10.000 millones de pesos.

Crisis política
Según trascendió en varios medios, la decisión del gobierno nacional ya generó crisis en la alianza Cambiemos. Varios diputados radicales de la Patagonia están impulsando un proyecto de declaración para que el Ejecutivo “restituya” los montos diferenciales.

La polémica llegó a diputadas como Lorena Matzen (UCR-Cambiemos Río Negro) a decir que “no voy a avalar ninguna política que signifique la pérdida del poder adquisitivo para las familias rionegrinas”. Un cinismo sorprendente, si uno tiene en cuenta que los aliados de Macri han votado todas las leyes de ajuste de los últimos dos años y medio.

Otro que se quejó por el recorte fue el gobernador Arcioni, de Chubut, que intentó congelar el salario estatal y desató la rebelión de miles de docentes y estatales.

El Peronismo Federal se encolumnó en la cruzada, por eso Pichetto emitió un comunicado donde asegura que “Macri demuestra tener una visión centralista y exclusivamente metropolitana”. Justamente los dadores de gobernabilidad, que entre otras apoyaron el saqueo a los jubilados y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo en diciembre. Eso sí, esa era una contrareforma federal que perjudicaba a todos por igual.

Es que lo que está detrás de la polémica es la pelea entre Nación y Provincias, y las distintas provincias políticas, sobre cómo se va a “distribuir” el ajuste y quién va a pagar los costos políticos.

El gobierno nacional viene buscando distintos acuerdos con el peronismo y los gobernadores, como los que ya logró fácilmente en su primera etapa de gobierno, para acompañar el ajuste. En este caso con la letra del FMI. Pero la crisis política del gobierno, el rechazo social a las medidas y la cuenta regresiva para las elecciones de 2019, hacen crujir esos acuerdos.

Por eso, Macri intenta lograr acuerdos. Entre los puntos que está discutiendo con las provincias está el de recortar el plus jubilatorio que reciben decenas de miles de “abuelos” y “abuelas”, justamente, en las mismas provincias que se recortarán las asignaciones. O sea, le quieren sacar el pan de la boca a los más chicos y a los que esperan disfrutar después de haber trabajado 40 años.

Primeras movilizaciones
Este martes en Caleta Olivia (Santa Cruz) y Comodoro Rivadavia (Chubut) habrá movilizaciones a las sede del ANSES. En el caso de Chubut, los gremios vienen de un conflicto de más de 100 días, se esperan movilizaciones en otras provincias.

Pero las cúpulas sindicales de la CGT y la CTA han dicho poco y no han hecho nada. Mientras Macri avanza con los planes que acordó con el FMI y las patronales con despidos llenos de provocaciones como los constantes lock outs, los sindicatos opositores siguen con medidas aisladas y ninguna a la altura del ataque.

Como reclama el clasismo: se necesita un plan de lucha para defender los puestos de trabajo y el bolsillo popular. Por un salario que cubra la canasta familiar e incluya el aumento de las asignaciones familiares que pagan el Estado y las patronales. Por el reparto de las horas de trabajo sin tocar el salario para que no quede ninguna familia en la calle. Por la ruptura del pacto con el FMI.